El Nenúfar

De una corona de agua en la otra vida,
cuando era nieve desperté de plata,
poco a poco, y estando sumergida
me hice un nenúfar con su flor de nata. ​

Al navegar me fui quedando hundida,
me ahogaba en este afán que me desata;
tras un corto aluvión, fui catarata,
saltando hasta una poza bendecida.

Y me quedé en la poza con el alma,
hasta que hendiste en mí, dorado velo,
y de aquel pozo te alejaste esquivo.

Lacerado de amor, yo ya no vivo.
¿Qué pediré al Señor en mi desvelo?
Volver a ser nenúfar blanco en calma.

Pepe Soriano
SafeCreative
Diciembre 2024

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el poema fluye entre la calma y la turbulencia,
"nenúfar blanco de alma" esa búsqueda de pureza y transformación

 

Excelente trabajo amigo Pepe. Ha sido un placer detenerme en tus letras.
Aprovecho la ocasión para felicitarle las fiestas y que el año nuevo culmine sus deseos.
Siempre un fuerte abrazo desde los cielos poeticos de este halcón.

 

el poema fluye entre la calma y la turbulencia,
"nenúfar blanco de alma" esa búsqueda de pureza y transformación

Es como la metamorfosis del alma si
gracias de nuevo
saludos

 

Gracias e igualmente
saludos cordiales