La barca

¿Qué esperas, barca?, ¿tu merecido y deseado descanso despues de un largo viaje o quizas esperas al remero que libere tu atadura y te lleve a navegar?. . .

¿Tierra o mar?, ¿cuál es tu elemento?. . .

¿Qué sientes?, ¿alivio por encontrarte en la tranquila orilla a salvo de tempestades o angustia por las vivencias no vividas?. . .

¿Cómo te sientes?, ¿quemada por un sol abrasador, implacable, o iluminada por una esplendorosa luz que te hace llorar de emoción y no te quema?. . .

¿No son acaso nuestras vidas todas, barcas que nacen en la orilla?, ¿no somos acaso nosotros sus remeros y artesanos?. . .

. . . ¿Y tu barca, hermano, cómo se siente?

Mi barca navega por aguas tranquilas, con un ligero oleaje que más que agitarla la mecen como una madre a su pequeña hija. . . Mi sol es cálido y brillante y me llena de energía y vida . . . El ánimo se sosiega, la balanza se equilibra, la paz reina en el corazón y la mente. . . Ya ni recuerdo mis tormentas. . .