Los pájaros

¡Para¡ ¡Qué me estás matando
a navajazos en esta calle olvidada!

Todo está tan perdido, que voy soltando trozos de pájaros desde el hígado,
y quizás son los más pequeños,
porque los grandes salen por la boca
en la orilla de la última palabra.

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Allá donde Cristo perdió los clavos
no valen las pastillas mi querida amiga,
tú sigues un camino que te conduce
a algo que te llena, pero en el suelo
están reventados los pájaros.

La vereda es una carrera de obstáculos,
que me echa la fuerza de la gravedad
al gaznate con amor que mata.

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Pero, cuando tuve un momento
para dejar de bajar por la escalera
goteando hacia nada,
me di cuenta de que tus palabras, mi amiga,
fueron algo que no supe interpretar.

¿Cómo se aprende la ternura?
Con las manos volviendo
a colocar esos pájaros de nuevo,
en las entrañas.

 

Hermosura de poesía.

Felicidades un abrazo grande y feliz noche!

 

Hablando de ternura...

 

Avanzamos llenando sacos,
ideas, palabras, amistades, amores
y de pronto algunos son perros y otros son lobos
y nos llena de ilusiones la idea de que los sacos se vacíen de pronto
hasta quedar secos de sentimientos
para evitar sentir dolor.

Y si... algunos son pájaros,
cuervos negros atorrantes con ínfulas de caballeros
y otros son picaflores
zumbando alegres tonos a todo oído
¿y qué mierda hace un avestruz en el saco?
con la cabeza de dentro y las patas de fuera !!!???

Y cada quien se maneja con los sacos que prefiera.
De casualidad tengo algunos en venta a buen precio.
¿Cuántos quieres?

Besis y abrasis.

 

No lo sé, pero qué buen poema.
Me da gusto no habérmelo perdido.
Besos.