Mis pasos

Huí
sin saber que huía,
y me perdí
en la saeta de mi tangente
sola,
sembrando luceros,
y no eran luceros los encargados.
La huida
a la deriva
fuera de sí
cargaba hacia otro horizonte,
lo mismo.

 

Huir hacia dentro primero y después escapar. Solo así se medio logra la libertad.
Pilar, tus letras siempre de lo más admirables. Un privilegio encontrármelas hoy.


Abrazos.

 

Gracias querida Lluvia, què gusto me da volverte a encontrar en mis textos. Un fuerte abrazo, Pilar.

 

Huir en el llanto desesperado
sin siquiera saberlo, y verse
en la desesperación de ¿Como salir?
¡Maravilloso dilema y a la vez inquietante!
no cabe duda dí con una de las grandes.
Mil estrellas atu pluma, un placer y un
abrazo desde Toledo (España)

 

Gracias amigo, son tan hermosas y sinceras tus palabras, que me vienen deseos de volar. Un fuerte abrazo, Pilar.

 

Oh Luz precioso comentario, convertido ya en verso, gracias por tus lindas palabras, un fuerte abrazo, Pilar.

 

Me encantan los sembradios de luceros, aunque se hacen a solas, se cosechan en compania. Preciosa la tristeza si sale de tus manos y se convierte en versos. Siempre: ISABEL

 

Siempre mi amiga querida con esa palabra de comprensiòn y màs humana que nosotros mismos, gracias por pasar, estoy casi saliendo para mi tierra, recibe un fortìsimo abrazo y mi total recordaciòn de tu preciosa persona, besos millones, tu amiga de siempre, Pilar.