Sin tìtulo

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Darwin de estaño.
Cosmos de hielo.
Garganta de mazo.
Sonambulismo metálico
a la sangre en que arremete el tanque
el genocidio ferro, sistemático.
Levantad el mito,
inventad,
el armazón entonces,
con tal que el conductor tras del automóvil piense, resurrecto:
tirar, tirar los viejos Volkswagen en los campos de Auschwitz
y cambiarlos, y cambiarlos por cohetes.
¡tirar los viejos Volkswagen en los campos de Auschwitz y cambiarlos por cohetes!
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Es interesante imaginar la meditación anterior a este poema, su origen amplio que hasta le quedaron pocos los versos magistralmente empleados. Va mi abrazo en esta mañana, cuando los gatos y los perros se lamen las heridas después de una noche de tormenta.

 

Muy bien. Es un poema diferente, gracias.

 

Gracias, estimado, en realidad este poema pasò al revès de lo que imaginas. El tema de los nazis no es fàcil de tocar ya que lleva una carga negativa fuerte. Yo al final quise ver el lado positivo en la atrocidad, quedàndome con la conjetura de la reencarnaciòn de los seres humanos asesinados por el règimen nazi. Pero todo partiò con la conocida idea de que los cuerpos son vehìculos del espìritu.
Muchas gracias!!!!!!!!!!!!