Tengo miedo.

Que dolor si el cielo te atrapa,
si el cielo purpura te lienza en el espacio,
si pinta sobre ti el cuadro oscuro de lagrimas de lluvia,
en un cementerio de horas malditas, de días en silencio;
que tragedia, que suplicio las navajas en las venas,
respira hondo la mañana y el tiempo lento que se muestra...tan atento,
tan contento de ver en tu cuerpo los rastros de la muerte,
amarrado a una cama de vértigo, pensamientos y deseos sin terminar.
El aliento fétido de los parásitos infernales en nuestro nido,
tan estúpido lo que pasa dentro...en el cuerpo,
como pasa licuando las imágenes de la vida, drenando todo muy lento,
desapareciendo lo que se forjo en años...en un solo momento.
En la ciudad espera la destrucción del dolor,
en los sonidos y los colores viejos, en las luces tenues de la calle,
en los dormidos brazos de tus amigos...te espero aquí.
Tus ojos de agua de limbo se van tan temprano,
vidriosos mantienen ciegos los esbozos del arrepentimiento,
cuando la luz calle tus quejidos...cuando te muestre el cielo,
la oscuridad infinita, la verdad y la mentira...estaré a tu lado,
alimentando las fuerzas que te lleven al espacio...
te esparzan brillante en la tierra...en mi corazón.

Hablando tonterías se pasan las horas contigo,
se pasa la vida en tu sonrisa...será tanto el dolor,
no puedo seguir balbuceando lo que no tengo el poder de evitar,
porque en su capa te llevara envuelta...quiero poder detenerla,
no quiero dejar que te vallas...no te vayas.

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