100 Prosas a mi locura: Diecinueve; “ Los días terminan en el océano”

100 Prosas a mi locura: Diecinueve; “ Los días terminan en el océano”

Las olas acarician mis costillas, siento un cosquilleo que me lleva a despertar,
el agua esta negra, y espesa como un café no muy bien batido.
Mi corazón esta palpitando precipitadamente, dominado por la vieja ilusión,
de querer ver mi reflejo en el océano y no poder hacerlo.

Confío en que guarden este secreto, es un secreto que pocos saben,
pero es cierto, a veces sueño despierto. Y al despertar no dejo de hacerlo.
Lo comprenderían si tan solo cerraran sus ojos y dejaran suspendidas las ideas,
sin ordenarlas. Solo dejarlas tocarse entre si. Solo dejarlas ahí.

Pero es imposible. No puedo dejar que mis pensamientos dominen mis sentidos,
y en realidad ¿no es así como se vive? . Dominado por la idea de alcanzar lo futuro.
¿Y el presente? ¿Cual presente? . El presente sin preocupaciones no existe.
Utopía. Comunista. Religioso. Brujo. Raro. Mediocre. Soñador. ¿Porque no, soñador?

Es una calamidad hablar de cosas como estas. Trivialidades su señoría. Inútiles.
¿A cuantas cosas de la vida, las llamamos inútiles? Sin embargo antaño fueron prioridad.
Abro los ojos después de oler el café recién hecho. Y desperté. Si desperté.
Y tengo preocupaciones y miedos. Tal vez ni siquiera lo hice muy bien.

El café digo. Y mi vida también. Pero disfrute ese instante, dejarme llevar por algo.
Pequeño. Diminuto. Oler la vida. Oler una simple. Taza de café. ¿Que mal hace?.
Se sueña con alcanzar un auto mas caro. Una casa mas grande. Un empleo bien pagado.
Pero ¿Y ese café? ¿Quien lo disfruta? Pero, ¿Y esa mujer? ¿Quien la besa?.

Pero ¿Y ese soñador?. ¿Que sueños tiene si los olvida para dejar que otro los alcance?.
Los días terminan en el océano. En el reflejo de sus aguas, o en sus profundidades.
Unos son llevados por las olas, hacia lugares desconocidos, fugaces, “inútiles”.
A otros se los traga el futuro que nunca llega. El sueño que nunca se sueña.

Samuel Rodas
Abril-2012
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