112.

Vivir por partes desiguales
de a pedacitos
o ser silencio
y soltar los dedos,
dejarlos aletear en el viento.
Chocar contra los muros
del propio cuerpo
y arrancar las raíces ciegas
que no permiten
el paso del agua.
Vivir con las alas desprendidas
y esperar detrás de cada palabra
a que el ritmo de la primavera
nos guíe en esta ruta
eternamente a contramano.
Aceptar que las ventanas reflejan
y aceptar, también,
en nombre del egoísmo,
la simple fugacidad
de la existencia.
Evitar el dolor sordo
que hace temblar
y tener plena conciencia
de lo arduo que es
quitarse las huellas de encima.

 

Hay poemas que nos llegan más que otros, este me tocó de una forma diferente. Gracias por compartirlo.

Un beso.

 

besos lluvia!!!
Diana

 

Mis aplausos...una belleza tu poema...mis estrellas.

 

gracias Ludmila!!!
nos estamos leyendo!!!!
besos,
Diana

 

Me gustan mucho tus finales, son toda una sentencia.
Besos.

 

Eralda!!! me alegro mucho!!!! gracias!!!!! besotes!!!