17 de Octubre

Tu desgraciada sonrisa no me pertenece
Con los perros y lacayos crees ser parte
No me importa si tus labios y aliento me carecen
Tu desgraciada y lamentable vida no me depara
Con copa y vino celebro tu despedida
Tu cuerpo bañado en agua y tierra podrían ser una bonita velada
Si alguna vez escribiste "te amo"entre los dientes y la lengua lo escupiste
Tengo memorias de ti con un maldito sentimiento lo esculpiste
Eres la peor artista que conozco
Con martillo y un cincel quiero romperte el coco
Si fueran ciertas las acciones que encajan en la sofisticada realidad
Marcare mi firma con saliva y desprecio
He carecido un futuro en donde no me domine la vanidad
He soñado con la muerte enseñándome como amarla
He soñado con la vida demostrándome como odiarla
Si alguna vez fui parte de las imágenes y el deseo de manchar la luna de color rojo
Me pregunto cual cincel utilizare a mi antojo

 

Menos mal que somos libres, para hacer el Amor, a nuestra manera. A nuestro aire. ¡ Libertad ! Pero tiene algunos límites. Por ejemplo, santidad no es castidad. Y por otro lado, el Servicio está separado del Sacrificio, por una delgada línea. Uno es santo porque sirve. Se emplea a fondo. Pero al mismo tiempo, podrá morir. Es por ello que muchos no se atreven. No se arriesgan. No se ofrecen voluntarios. No quieren ser víctimas. Pasan la vida... Mirando y mirando. Yo me oculto, y ausculto el pecho de la Realidad. A veces, tose. Pero esta labor es híper-sensible. También, híper-activa. Y al leer tu poema, entiendo que mi sonrisa, es mía. No es un antojo o capricho. Yo la he provocado. Soy legítimo. No dependo de otros...

 

está genial