A cien años

Doblen aquí las campanas
y en Trento
repiquen cien veces
o diez millones
en memoria de los muertos
por la gran guerra.
Cerremos los puños
quienes existimos por ella,
enorgullezcamos la razón
por la que ellos vivieron.

Que haya valido la pena.


IM 28/07/1914 - 28/07/2014

 

Dicen que la condena de alguien es la felicidad de otro.... pero en las guerras.... el "alguien" generalmente no tiene nada que ver y al "otro" no le importa mas que si mismo.
Pudiera pedir un deseo... que las almas liberadas de sus cuerpos en las guerras, volvieran un día para juzgar las mentes perversas de quienes las provocan, convocan y ejecutan.
Tema muy adoc a temporada... parece ser que sera una moda duradera.
Saludos y gracias por tocar fibras diferentes pero igual de sensibles...

 

Las campanas no doblaron aquí ni en Trento. Si lo hubieran hecho, no hubieran sonado a celebración ni mucho menos Maramin. Son ilusorias campanas de profunda pena y eterna melancolía por lo que debió ser, por sonrisas contadas, banderas escondidas, países extraños, abuelas que se negaron, tíos que ya no hablaron... No se celebra ni se disculpa Maramin, y si, muchos entendimos y aprendimos, otros siquiera sospechan.

 

Las almas liberadas de los cuerpos muertos de nuestros ancestros somos nosotros NiñaSanctuary, y nada hacemos más que suponer que alguien o algo hará lo que debemos hacer nosotros. Y siguen naciendo y ejerciendo los miserables. Nosotros, los mansos, esperamos. Y luego nos morimos.