A la Diosa

He perdido el llanto,
en mi errar por la vida.

He perdido la amistad,
por no saber ser amigo.

He perdido el amor,
por no saber amar.

He perdido el camino,
por haber perdido el horizonte.

Pero…
busco la luz,
aquella cual linterna encendida
en la oscuridad,
alumbre mis noches más obscuras
alumbrando mí andar,
y así dejar de errar
en caminos inciertos.

¡Oh Diosa!
ahora que te conozco
pues te siento y te veo,
ayúdame a sanar mi alma,
a restaurar mis alas
prende mi vela
con tu luz,
alumbra mi camino.

Se la mano que me guíe.

La madre que me escuche,
incluso en mis días mas sombríos,
se mi madre, mi amiga,
mi guía.

¡Ayúdame a enjugar el llanto
que no corre mas por mis mejillas!

¡Oh Madre!
enséñame la libertad de amar,
de ver y respetar a mis hermanos.

Mi diosa,
madre Diosa,
se mi compañía
mi noche y mi día.

Mi alma se limpia
Con solo nombrarte….

¡Diosa!
se mi avatar en mi vida diaria
y mi guia en mis batallas.

Madre…
no me dejes ni me olvides.

¡Oh Diosa!
enseñame a alejar el mal de mi,
de mis oidos y de mi alma,
ayudame a reencontrarme
con el equilibiro
y restaurar mi chispa.​

De un elfo con su ala rota

 

Enternecedor escrito...q la vitalidad de la Serpiente Roja le acompañe...un gusto pasar a leer...estrellas y saludos cordiales...Mariela

 

Gracias, por leerme.