A la sombra

A la sombra del sauce
la hacedora de cantares,
ponía música a las palabras.
Y en sus manos,
al conjuro de su voz,
surgían las prímulas,
las campánulas y los lirios.

Una brisa acompañaba su canto
y las hojas del sauce
bailaban a su son
mostrando al aire
su envés de plata.

Pasaba el día,
el sol encendido
de pálidos brillos
se alejaba
hasta llegar la noche
en brazos de su melodía.
Dejaba caer la luna
lágrimas frías
y las estrellas vestían el oscuro
al compás de sus estrofas.

Al cobijo del sauce,
la hacedora de cantares.

 

Todavía creo que existen palabras mágicas que pueden acariciar y hacer sentir felices a los otros.
Una poesía que no se emite desde el costado místico de la realidad -que hoy es tan difícil de ver- no puede tocar el corazón.
No me sorprende que aún existan tejedores de sueños que se expresen a través de la armonía de un poema.
Leerte es encontrarme justamente con ese mundo, con ese momento agradable que no quiero que se me pierda jamás.
Y siempre será un gusto saber que volviste a publicar y siempre voy a estar para acompañar tus hermosas letras.
Un gran abrazo con admiración.

 

Gracias, Alde por llegar hasta estos versos y dejar tu huella en acertadas palabras. Un cordial saludo.

 

Hay ocasiones en que encuentro la magia en un rincón. La siento, me llega y me llena, aunque luego yo no sepa sacar todo el encanto que en ella percibo. Bajo el sauce, ese sauce del que te hablo tantas veces, se componen cantos sueños, ilusiones y la hacedora, la hábil tejedora está allí. Y su música lo invade todo y el mundo guarda silencio cuando ella canta, pues su música llega como bálsamo a los corazones, a los corazones doloridos en la desazón de nuestro tiempo. Se aclaran los días en su canción y el aire y el agua se sienten limpias como en el día de la Creación. Y uno nota el frescor del aire en el alegre circular de la sangre a impulsos de un corazón que no se quiere rendir.
Tu comentario, Cecy, es hermoso y me llena de inmerecida satisfacción. Sabes que aprecio cuanto escribes y la huella que dejas en mis poemas siempre brilla como el lucero de la tarde.
Un gran abrazo.

 

Es todo un gusto acudir bajo la "sombra de tu sauce" dejarme llevar por el dulzor de tu poesía exquisita. Gracias amigo poeta por ese instante muy especial. Con mi amistad poética Amarilys

 

Gracias Amarilys, por acudir a sentarte, aunque sea por unos instantes, a la sombra de mi sauce. A veces la ilusión tiene que ir más allá de la realidad. Así encontraremos rincones que nos están aguardando para descubrir os la bellezas que, en ocasiones, nos pasan desapercibidas. Un cordial saludo y mi amistad.

 

Muchas gracias, maestro Maramin por acercarte hasta este poema. Agradezco tus palabras y confío en que te sientas a gusto a la sombra del sauce. Un cordial saludo.