A solas.

Arena tibia y morena
está adherida a mi piel,
mi universo es mi mirada paralizada
contemplando este océano;
que es lejano, cierto...
pero tus ojos no llegan a mi lecho.

Es cuando dos líneas
de sufrimiento salado,
se deslizan sobre mis mejillas delgadas,
mojada hasta el alma
y la calidez del viento quema mi ser.

Nadie puede saber amor,
¿por qué saliste de tu corazón?
¿Dónde has llevado tu candor?

Mientras la brisa de esta agónica playa
se combina con mis lágrimas,
mi dolor se queda en cada huella
que van dejando mis pasos;
entonces, olas pequeñas traen
su mirada que me gusta tanto,
pero nada en este paisaje me dirá,
si tu figura volverá...
a mi escondite que tengo a solas.

 

Este es el fragmento que más me llegó.
Es un poema muy sentido, donde la playa sirve de marco para la añoranza del ser que no está.
Me gustó mucho, saludos .

 

una historia triste y conmovedora, recibe felicitaciones por tu excelente publicación.

 

Gracias por sus comentarios, saludos amigos poetas.

 

Historia que se cuenta en versos claros y llenos de verdad, me gusto mucho.
Saludos.

 

Nostalgia y melancolía para un bello poema de desamor y ausencia. Muy bueno amigo Edwin. Un abrazo. Paco.

 

Espléndidas letras de una composición admirable, hermoso trabajo magnífico.