A Tus Ojos De Noche Acendrada

Los eruditos dictaron el camino de opalos guirnaldos
tan solo, como el viento en el alpende de la nemora nocturna.
¿Cuál camino? ¿Qué camino?
Se camina entre tus ojos de albos orbes
de amor cristalizado,
de ecúmenes nocturnas como sui genéris del otoño;
entre tu obscuridad policroma de soliloquios traumados,
un camino solo, vago, vano...

Me acompañas con tus ojos
en el páramo estridente, mustio, triste del solsticio
que en su mar de Anfítrites llora,
a la lejanía del rubor de sus blancas olas
de idilios caídos.
Tus ojos de amor errante
han adamantizado el lapso estival de lluvias crepuscularias,
de lunas dormidas bajo tus pestañas.
Tus ojos de astros amelados nimban al oriente
de amor sofista, de amor fascista,
cogitan penumbrosos en el rucio alborizar de las geodas
cayentes bajo el temple acústico
de soles esparcidos, de primaveras muertas,
de versos resignados, de otoños aureos.

¿Que haces sin faros de poemas proyectados
en el dique de amor absente?
Solo es galicismo por tu astral ausencia
de eclipses atintados negro y carmesí,
de suntuosos delirios de noche soluble entre las
puertas de tus ojos...
Sí, así tuvo que ser... a noche, vida...
a vida, amor... a amor, tú...


Dan Zalavarria
03/02/2016

 

Extraordinaria la emoción que provocan estas letras grandiosas de brillante calidad y talento magnífico.
Jorge Lemoine y Bosshardt, "Estrella Máxima" de Mundo Poesía.