Acuarela rural de Chile

Cabezas de gramineas inclinadas al sol del mediodia,
promesa cumplida de la tierra, maternal y eterna,
que transmuta su esencia de humedad
en aureas armonias.

En su cara atezada por soles y por lluvias,
se percibe la ansiedad del labriego solitario;
su caballo dislocado en la montaña,
y a su lado un perro a los arboles ladrandoles.

Choza escondida entre boldales,
y niños jugueteando en el arroyo.
Sendero silencioso que se encorva
y se pierde a la distancia,
y a su vera un gañan va rodando
con su fardo de tristezas.

Junto a la ruca misera,
un mapuche somnolento de siglos de nostalgia
por su tierra usurpada,
va arrancandoa su trutruca primitiva
el lamento de protesta, de una raza que se extingue
inexorablemente por una eternidad,
y sus sones monotonos se estrellan
en el fundo del huinca, que sonrie triunfante.

En el ambiente de la tarde estival,
un jazminero agreste va vaciando su jarro de fragancias...



DISCULPEN LA FALTA DE ACENTOS, ESTE TECLADO NO ME PERMITE PONERLOS.

 

Bello paisaje tu poesía, y un reclamo necesario por los orígenes de un país de una historia y estas tierras usurpadas a sus verdaderos dueños. Mis felicitaciones por esta bella obra. Saludos

 

Buen poema, de corte indigenista;
un saludo,
edelabarra