Agua.

Tus besos son la fuente de los míos
y en tu manantial
encuentro abrigo,
puede un dios haber puesto
el cielo en tus labios
el paraíso sobre tu cuerpo desnudo,
que muerdo – que recorro son mis labios
sedientos de esperanza.

Tus lágrimas, dulce gestos de amor
la fortuna en mis manos
en el cálido rincón sombrío
de un jardín perdido,
hoy muero por ti – por tus sueños
hoy creo en ti – en tu mundo – tus palabras,
pero solo alcanzo la oscuridad
y toco lentamente el abismo de mi alma.

Donde está el manantial
que juro darme de beber,
pudo el invierno marchitar mi amor
pudo el fuego acabar con las cenizas,
donde está la pureza – la fuerza del mar
ímpetu de pasión, entre la esperanza,
a caso nunca tuve tus labios tan cerca
a caso hoy se seca el río de la belleza.

Eres agua de cielo líquido
que me ahoga – que desgarra de mí,
eres solo una sombra sobre mis recuerdos
y un eco en mis palabras,
muéstrame tu rostro detrás de la lluvia
levántame de este mundo sucio,
me miro opaco ante el espejo de tu mirada
me he visto colgado en la oscuridad.

Puedo tener miedo entre estos jardines
puedo sentir el crepúsculo de tu alma,
eres ese manantial que me dio de beber
que me curo las heridos y sano mis alas,
hoy vago en la calle de la infinidad
anhelando oír tus palabras
clamando desde la penumbra,
por beber del agua cristalina de tus labios
beber con la sed que tiene tu boca,
ser tu espíritu – tu sombra,
rozar tu piel con la mía,
pero eres agua que escapa de mis manos
un majar divino, pero inalcanzable,
mírame desgarrado ante tu altar
mírame desangrado en tu manantial.

 

Fría melancolía, muy buen poema, grato leerle

 

Bellas y sentidas letras,
me gustó mucho...
Un placer estar aquí.
Saludos

 

ahy esta el detalle en !!creer !!........ cuando todo te dice que abandones.