Al aún dormido

Y el sol seguirá ardiendo,

seguiremos implorándole al cielo,
porque nuestro fuego nos desangra,

y el sol seguirá alumbrando al perdido,
hasta que el camino se borre,
y los mares se sequen,
y el tiempo se apague,

seguirán los vientos
enmudeciendo al cuerdo,
y haciendo sustento del cobarde,

seguirá el poder construyendo templos,
en donde la humanidad se pierda,

templos en donde el arte labre
la anatomía de una humanidad ostentosa
que enferma a la naturaleza,

tallarán los días recompensa,
entre ausencias de muerte seca,
y terca suerte,

catarán los fluidos del vaho
en donde la sangre se pierde
y se transforma en aire puro
para algún mundo que desee respirar,

informarán los cielos al ciego,
si hay algún día que oscurezca,

si hay alguna noche
que se vuelva transparente,

le otorgarán los ojos de dios,

al transeúnte aún dormido.