Al filo de tu espada (Soneto)

Con aguijón de manta, siempre heriste,
para ti una vasija, soy de barro;
tu vino ya no soy, sólo guijarro,
moneda de un centavo que perdiste.

Pues hoy, mi gran amor aún persiste,
gravitando en un mundo de desgarro,
mis lágrimas rebosan ya tu jarro,
cruel llanto solitario, que persiste.

Con plumas de tormento voy vestido,
en absurda y demente idolatría
castigo para mi alma enamorada...

Cual pájaro enjaulado y sometido
fiel y sin opción, ante reina impía,
mi vida entrego, ¡Al filo de tu espada!

Tato Ospina
DRA
Colombia​