Al hilo de tu voz, amada mía.

Al hilo de tu voz, amada mía,
mi frente se hace azul, vergel y cielo;
al hilo de tu voz calla el desvelo
y el aire se convierte en melodía.

Al claro de tu voz doña Armonía
se torna orquestación de mi consuelo;
al hilo de tu voz todo mi anhelo
se nutre de tu ser, Ana María.

Mi verso nace al hilo de tu verso,
del roce de tu piel en mi cintura
mostrándome que el mundo sigue terso…

Al hilo de tu voz y su lisura
proclamo este soneto al Universo
poniéndolo a la par de tu estatura.

 

Excelentes versos, un poema maravilloso.

 

Un placer premiarte con mis estrellas. Felicidades.

Saludos,

 

Muchas gracias, Jorge. Saludos.

 

Muchísimas gracias, Rogelio. Saludos. Esteban.

 

Maktú siempre díje que me gusta la palabra que fluye suavemente, porque al hablar, ya ama.
Hermosa elegía a la suavidad, la armonía y el amor desde la voz. Saludos. Pili

 

Muchísimas gracias, Pili, por haber hecho pausa en mis letrillas. Primero fue la palabra, pero la palabra dicha, la voz. Atrae tanto que como dices, "al hablar, ya ama". La voz, ay la Voz! Saludos. Esteban.