Al socaire de un soneto.

Habita tras el mar que nos separa

-lejana como un tiempo venidero-

la letra de un soneto verdadero...

testigo de una claridad más clara.


A versos su expresión mi son depara

poniéndole anorak al aguacero.

Me empapo de su rima porque quiero:

es la contradicción que más me ampara.


Le brindo un malecón de bendiciones

lidiándole terreno a la marea

en este amanecer de sensaciones…


Me brinda el verde mar de su azotea

y a besos pinta un sol en mis canciones

con las que el corazón me corretea.

 

¡Qué preciosa genialidad de tu pluma! ¡Me encantó! Abrabesos

 

Muchas gracias, Ropittella. Me gusta que le haya encantado. Besos.
Esteban.

 

Dulce el poema y muy bello también... se disfrutan las imágenes que se imprimen con ese malecón de bendiciones, un gusto leerte por aquí. Saludos y abrazo.

 

Muchísimas gracias, Nancy. Besos.