Alfredo y su gato.

Vive en un lejano
con su sucio gato
y arrojando el rato
lanza en el maltrato
suciedad de calle.
Odia a sus vecinos
que a la vez le odian
y entre las odiadas
las frutas peladas.
Pisa poco a poco
esconde sus pasos
y en la calle avanza
mirando hacia abajo.
No conoce a nadie
y nadie le conoce
ni concede nombre
ni le da valor .
Es un solitario
y traza rincones
siembra en emociones
lo que no es sentir...

 

Su poema me ha recordado a algiuen así
simpre es un gusto leerle y dejar mi humilde huella,