Algo que no es el ojo...

Miles de sustentos en mi día,
quedo atrapado en los contornos del istmo,
como mendigando a la ciudad su clímax.
El monasterio que edifico en la curia,
los rezos de cucaracha y alas secas
que en la espalda desnuda; ofrezco en plegaria!
Se me imagina un circo de hormigas
torturando animales con un látigo de azúcar,
La esquizofrenia del pensamiento que lee
mi conciencia;
interminables historias crepusculares;
¡no perdona mi mente!.

En esta caída la piel se va descascarando,
soy el último en saber de tu engaño,
como una hoja de calendario que dimite,
los meses se van contristando entre mis manos,
mi agite
es una sensación de barcos a la deriva,
como el levante va en busca del frío,
así el cigarrillo
me toma por sus labios y
con esmerada paciencia me fuma hasta
los colmillos.
La mirada triste,
la muralla me tiene tristeza, aquí también
los objetos hablan,
se retiran engañados de alcohol.
Contemplo el paisaje del sueño,
como un inexistente ojo en la espalda
que lo escruta todo, y algo
que no es el ojo me queda
observando desde arriba.​

 

Bello y profundo poema nos dejas. Un gusto leerte.

Saludos cordiales,

Lourdes

 

Interesante Arturo, mis humildes estrellas y un saludo cordial.

 

Poeta Lourdes, TribuZen gracias la visita

 

Gracias Luzyabsenta poeta tus visitas, saludos!