Amada, he ahí tu beso/ Beso, he ahí a tu amada

Amada, he ahí tu beso
beso, he ahí tu amada

Ya sé que cada dia del árbol caemos

y que todo el mundo

vuelve a nacer para irse a trabajar
buscar sus zapatos , tomar café
leer el periódico o persignarse

cuando uno cierra la puerta de la calle

Todo eso ya lo veo como a un monumento subterráneo

pero hoy

soy apenas una ceniza de este mundo

y vuelvo a nacer para besarte
busco mis zapatos para besarte
tomó mi café para besarte
leo el periódico para besarte

y de tu frente
sale una cruz

que me persigna como una tormenta de arena.

la puerta

bendecida por tus manos

se cierra como todos los días /

y de mi espalda salen alas
y mis ojos se lanzan al vacío

para besarte/ todo el día...

 

Se siente vivaz el estío en cada uno de tus versos, irrumpiendo el espacio y tiempo del que casi siempre somos esclavos. Marionetizados por un flagelo que mata el amor "rutina"

 

Muy amable Lexema. Siempre generoso. Saludos cordiales.