Amándonos, en silencio

Rememoro los momentos,
Esas cómplices miradas,
Luz nocturna titilante,
A mi lado te acostabas,
Mapeando suavemente,
Tus formas redondeadas,
Cada rincón, en mi mente,
Todo tu cuerpo exploraba.

Con las yemas de los dedos,
Vibraciones ocultas, planeadas,
Del calor de nuestros cuerpos,
Surgió pasión desenfrenada,
Magia escondida del tiempo,
Hoy por fin manifestada,
Finalizando con un suspiro,
Mil sonrisas regaladas.

Con fulgor resaltado y constante,
Luz de luna te reclama,
Más todo mi ser, se resiste,
No dejando que te atrapara,
Pequeña estrella, expectante.

Quien saldría vencedor,
De tan épica y furiosa batalla,
Si la luna reclamando su trofeo,
Guiando tú camino, vuelta al cielo,
O el amor, egoísta por completo,
No queriendo compartir,
Ni ése lugar, ni ése momento.

Obligándome a advertir,
Entre dientes, un lamento.

“Aléjate del lugar, maldita luna,
Ella, no es un trofeo,
Extingue tu influjo esta noche,
Deja que, libremente saciemos,
La sed que ambos tenemos,
Viviendo una aventura,
Amándonos, en silencio”.

 

Precioso y lleno de amor y sensualidad. Me gusto leerlo Ruben
SALUDOS

 

Agradecido por tu visita e ilusionado por tus palabras.
Un gran saludo.

 

Un gusto leer tu versos, ... todo el mundo quiere las joyas que uno tiene ... aun la Luna no se saalva

 

Emocionantes letras preciosas, una divinidad de excelente calidad magnífica.

 

Agradecido por su visita y encantado por sus palabras, cierto es que muchos codician lo que tenemos ya sea físico o sentimental, este mundo cada vez es más agresivo hacia el respeto y la bondad.
Un saludo.

 

La calidad espléndida de la gran obra de arte de maravillosa inspiración.

 

Gracias por sus palabras y visita, Jorge.
Un saludo.