Amarrado a la locura (coplas en sus tres variantes)

EXCITACIÓN

Abandonó la cordura
por la ausencia de un amor
que le sumió en el dolor
y le amarró a la locura.

Vive en un árbol colgado,
bocabajo, siempre en vela.
Una rama es la parcela
que usan él y su pasado.

Su alimento son cristales
que fabrica con el llanto,
mientras cuenta su quebranto
a las sombras espectrales.

Tiene abierta la cabeza
para que el amigo viento
se troque en ciclón violento
y le borre la tristeza.


MESETA

Ha erigido un penal
a puñetazos
curtiendo el corazón
hecho pedazos,

donde guardar ausencias
desoladoras,
que acuchillan y matan,
demoledoras.

Hacen de carceleros
sus propios ojos,
que con celo vigilan
los mil cerrojos.

Pero un día un estigma
-¡qué vil delito!-
se escapa en un descuido,
retorna el grito.


CLÍMAX

Ya nada es lo que parece,
ha perdido su color;
el tiempo es un sinsentido,
no existe la dimensión.

Estridente es el silencio,
el amor y el odio hermanos,
aunque no siente, padece
mucho amor, odio y desgarro.

Sus lágrimas son esquirlas
que laceran su piel seca,
su boca un lamento eterno
de preguntas sin respuestas.

De su pertinaz dislate
el romántico demente
un día despierta al juicio
rogando su pronta muerte.