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Amor a quemarropa

Tema en 'Prosa: Amor' comenzado por Alzabe, 4 de Octubre de 2013. Respuestas: 2 | Visitas: 795

  1. Alzabe

    Alzabe Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    3 de Septiembre de 2013
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    15
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    Hace muchos años, demasiados como para recordar de esta historia solamente imágenes difuminadas, en medio de la peor tormenta de verano de aquel año, la mujer de rojo susurraba, como cada día, una nana para que los hermanos gemelos durmiesen. Cuando la mujer se levantó para cerrar la ventana, quedó paralizada tras escuchar un ruido de cristales rotos. Enseguida, dos sombras se deslizaban por el jardín de la casa y un escalofrío se extendió desde sus pies a la punta de cada uno de sus dedos de la mano.

    Dos días antes, un coche deportivo rojo salía de la embajada dejando un estruendo perdiéndose en el aire puro de un día claro. El sol se colaba entre las ramas de los árboles donde los pájaros cantaban desde el amanecer. En la otra punta de la ciudad, un par de hermanos salidos de la pobreza tras marchar a la ciudad, salían de casa discutiendo sobre economía. Aparentemente eran hombres de negocios que cuidaban bien su imagen, pero en el fondo guardaban la educación humilde de su infancia.

    Mientras discutían, antes de partir en caminos separados, un deportivo rojo cruzó la calle y paró al final. Dentro, una mujer joven dirigía su mirada, escondida tras unas gafas de sol, a la placa que indicaba el nombre de la calle. Después, sacó unos papeles de la guantera, miró por el retrovisor y salió del coche. Avanzó por la acera con los papeles y una carpeta en la mano, distraída, ultimando los detalles del proyecto que poco más tarde iba a exponer. A pesar de no prestar demasiada atención a su camino, sabía que diez pasos más adelante debía cruzar la calle y se toparía con el gran edificio de oficinas. Casi involuntariamente visualizaba la habitación oscura: ella delante del proyector, frente a una mesa llena de papeles y oyentes inconformistas, su voz se imponía en el silencio…y de repente algo golpeó su hombro, su proyecto cayó al suelo y volvió a la realidad. Un hombre alto, bien vestido y con prisa recogía los papeles mientras se disculpaba. Parecía más preocupado de no sonrojarse por su torpeza que de recoger los papeles; pero aún así, inconscientemente leyó el título de uno de los papeles: “El último concierto”. La joven le dio las gracias y siguió su camino.

    El tiempo se detuvo en él, que miraba cómo la mujer se marchaba y el título que leyó se clavaba en su retina y martilleaba su mente…un escalofrío acalorado resumió el conjunto de emociones que afloraron en su cuerpo con aquel encuentro. Las sirenas de una ambulancia le sacaron de su aturdimiento y su figura desapareció tras el vehículo. Sus pasos se dirigieron al gran edificio de oficinas siguiendo el aroma de belleza de la mujer, subió escalón a escalón las plantas, se cruzó con sujetos que transportaban tanques de papel, secó las gotas de sudor de su frente y respiró hondo para recuperar el aliento cuando llegó a la planta donde ella esperaba. Estaba sentada ojeando papeles y alguien la llamó. Se levantó y avanzó hacia la sala en la que ya la esperaban. Él se armó de valor para intentar describir cada detalle de lo que sentía sin recurrir a balbuceos, avanzó como atraído por un imán y se declaró.

    La mujer de rojo temblaba de pies a cabeza, sabía que solo podía esperar a despertar de aquel mal sueño. En su mente repetía una y otra vez frases absurdas para tranquilizarse, encontrar un suspiro de paz, un rayo de luz de aquella mente atormentada, pero solo aparecían horrendas visiones, inundaciones en su mente y una hoguera que abrasaba su alma. La puerta se abrió de golpe, las lágrimas brotaban de sus ojos y corrían por sus mejillas, y no podían apagar el fuego. Todo se tambaleaba, agarró con fuerza la cuna y se irguió para defender a los gemelos. Su mente gritaba y se perdía en el silencio. Las sombras entraron. Frente a frente, sabía que los sentimientos encontrados son sueños rotos y que aquella bonita historia fue un amor a quemarropa que se hundió en su vientre mientras su alma salía.
     
    #1
  2. Mave

    Mave Invitado

    Me ha gustado tu relato, está bien llevado, me atrapó su lectura.
    Un saludo!!
     
    #2
  3. Aisa Braco

    Aisa Braco Poeta asiduo al portal

    Se incorporó:
    2 de Agosto de 2008
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    75
    Género:
    Mujer
    Me ha gustado mucho capto mi atención de principio a fin. Un abrazo
     
    #3

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