¡Andar el sentir rescata! Décimas.

Andar no precisa meta

que active tu mecanismo

ni precisa el silogismo

de una cábala secreta.

No necesita receta

que dispense un nuevo paso.

Con andar, pongo por caso,

va forjándose el Camino.

Lo mejor de tal destino

es que no muere al Ocaso.


Andar no es andar aceras

entre bocinas y ruidos,

es buscar en lo escondido

las más bellas primaveras.

Es sentir las mil maneras

que la Vida te regala…

de no darte en hora mala,

de ser tú pasión y senda,

ganar en paz la contienda

sin disparar una bala.


Andar es hacer de ti

lo que el corazón te grita

cuando claro te recita

las rimas del alhelí.

Es llegar al potosí

que en tu centro se conmueve;

es la lluvia cuando llueve

y te empapa de alegría,

convirtiendo cada día

en el cielo que te viene.


Andar es andar conmigo

equilibrando distancias,

desvistiendo circunstancias

a la luz del desabrigo.

Andar es ser el testigo

de mi propia caminata,

afrontar la escalinata

como forma de entender

que también el descender

me construye y me aclimata.


¡Andar el sentir rescata!

 

Sí, pero es preferible llegar a buen puerto.

 

Muchas gracias, Nommo. ¿Y el que quiere marejada?