Añorando el campo

Vivíamos alegres en el campo
Nunca nos faltaba nada,
Ni la yuca ni la papa
Ni el plátano ni el cacao.

Era el pan de cada día
La labranza y el arao
Los chiros viejos,
El barro y el ganao.

Pero ahora en el pueblo
Nuestras vidas han cambiao
No tenemos la comida
Que en el campo hemos dejao

Ya las ropas no nos sirven
Pues el pueblo vive asiao
Y nos hablan de champú
De jabones perfumaos.

Nuestros hijos en la escuela
Los miran todo raro
Sin su puntal acostumbrao
Con hambre y asustaos

Y de trabajo ni se diga
Muchos vagos y varaos
Estudiaos sin trabajo
Y el campo abandonao.

Que tristeza hay en mi vida
Mucho dolor y sufrimiento
Pues mis chinos son distintos
Visten chiros todos rasgaos
Dicen palabras todas raras
Y para el campo no han mirao.

¡Ay! si pudiera volver al campo
Con mi mujer y mis pelaos
Yo sería muy feliz
Pero mis hijos desdichaos.

He ahí la situación
¿Que hacer en este caso?
Me ire solo pal campo?
O me quedo en el pueblo
Bien aburrido y pelao.

JoseFerchoZamPer

 

cuanto se contrapone lo urbano con la vida campesina,
en equilibrio las dos son necesarias, pero cuidando las raíces...

mi saludo austral

Ramiro

 

Muy buen poema, colmado de nostalgia y muchas verdades, mucha gente que se ha criado en el campo y aún lo añora ha de verse reflejada en tus letras y en tu sentimiento. Fué un placer leerte.

 

Tu lo has dicho mujer. Mi corazón se arruga en medio del mundanal ruido de las calles y sus azañas para atraparme, pero yo lucho con todo lo que soy para no caer en sus garras, en este esfuerzo me aferro con fiereza a mis raices campesinas y tomo nuevas fuerzas y vuelvo a creer que hay un lugar aunque lejos de mi donde la esperanza aun es verde, el cual me da paz y ganas de seguir viviendo.

 

Me gustó su poesía, su agrabable lectura refresca la mente y queda en el recuerdo. Valga mis felicitaciones y enhorabuena por su excelente labor. Saludos y gracias amigo por compartir.****************
P.D.: Mis mensajes parecen todos iguales por el momento y lo son, pues me he fastidiado la muñeca derecha, la buena mía, y he tenido que ideármelas para leer los poemas y poder comentarlos dando las gracias y el comentario en sí mismo

 

Muy agradecido por su generoso aporte a mi necesidad de crecer. Dios bendiga sus manos y su corazón.