Apagando las velas de la pereza

Soy dama de la más fina clase
pero quisiera perder la compostura con vos,
exponerme a la idea de hacer malabares
y conocer el amor.

De donde vengo son moral los modales,
y nunca se aparece un hermoso señor
que apague las velas de la pereza
y que encienda la tea que respira pasión.

Mi cuerpo no conoce el deseo
y la locura es una carta que vi en mi buzón,
trae un silabario contigo
que hoy si es preciso puedes darme lección.

Apagando las velas de la pereza
y encendiendo la mecha de la insinuación,
espero que amanezcas conmigo
que mi cuerpo es cobijo para estrenarlo mi amor.

Respirando un aire fresco de vida
descubrí en mis pupilas una lágrima que lloré
emocionada de sentirme amada
y descubrirme mujer.

 

Bueno todo es muy relativo, quizás no sea pereza, tan solo espera alguien muy especial, porque claro, una mujer que se aprecie no está con cualquiera.
Está interesante tu poema, me ha gustado. Un abrazo

 

Muchas gracias por pasar por acá Marlen. Saludos.

 

creo que te tomaré la palabra, ya es hora de dejar de esperar y cerrar puertas, grato leerte

 

Emotivo, conmovedor... muy sensible poema...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...

 

Gracias por pasar Marián, espero que disfrutes los aires de la libertad, sin excederte eso si. Saludos.

 

Muchas gracias por pasar Darkness. Saludos.