Aprendiendo a no entender.

Y aquí voy... siguiendo mi camino,
sin saber a dónde mis pasos se dirigen,
yendo sin rumbo fijo... sin un destino,
ignorando qué les motiva, qué les rigen.


Crecí en un medio de generosidad...
me hice creyente del más sublime sentir...
conocí del mundo y de la vida sus bondades,
y, entre éllas, se desarrolló éste mi existir.


Y pasaron los años y, en su lento transcurrir,
tocóme conocer de la amistad su nobleza,
mas, ay! me faltaba algo, me faltaba descubrir
que algunos corazones van cargados de vileza.


Y así fuí por otros caminos, senderos diferentes,
aprendí a no entender el porqué de la mediocridad,
a unos sonreía la fortuna... otros eran indigentes,
algunos poblados de lealtad... otros de mendacidad.


Conocí del sufrimiento intenso... del cruel dolor...
de la prepotencia e iniquidad habida en el ser humano,
aquel que olvidó en su intransigencia brindar amor,
y por el contrario, procuró hundir al prójimo... su hermano.


Y así, conociendo bueno y malo, sigo mi camino,
y que por equilibrio existen, según me hacen entender,
que todos marcados tenemos ya nuestro destino,
unos felices, otros pesarosos, no acabo de comprender.

Será que las cosas se suceden...
y, siendo así... No hay nada qué entender!

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Extraño sopor.


Cuán extraño... muy extraño sopor
a mi ser se allega y de él se apodera,
nó... no es sórdido... ni causa temor,
más rebasa de mis límites la frontera.


Me envuelve... estoy en él sumergido,
absorve en plenitud mi pensamiento...
obnubila y embriaga así mis sentidos,
haciendo de mi interior su aposento.


Mi mente pierde su claridad...
deja de ser lúcido mi pensar,
me abstrae de la realidad...
aminora mi corazón su palpitar.


Mi sangre pierde su natural latido,
corre despacio... muy lentamente,
me siento yerto... tan confundido,
de ésto que en mí hoy es presente.


En mi interior más y más crece...
es sopor por demás contrastante,
trae obscuridad que me adormece
y me baña con su luz relumbrante.


Ahora entiendo...
este sopor que en mi ser se mete
es el dulce sopor...
es el quieto sopor que trae la muerte.





DreamerMM. 07-19-2006.

 

Buen poema y el final... ufff... me gustó y mucho.

Será que las cosas que suceden..
y, siendo así... No hay nada que entender!

Saludos dreamer.

 

Hola, Adhrian. Me dá mucho gusto el que hayas disfrutado
de este sencillo tema. Mil gracias por decir presente.

(Oye Adhrian, es que acaso me entendiste algo? jajajaja,
porque ya al final yo no entendía nada, jajajaja).

Pásala suave.- Hasta pronto.

 

La memoria sólo recuerdos conserva,
de aquella felicidad que hoy se há ído,
y así, el cruel tiempo nostalgia conlleva,
al arrastrar a su paso lo que se há vivido.