Árboles acuáticos

Tuvimos que enderezar

el aliento/ clavarlo

hasta que una gota de agua

aligere el sueño del árbol

hasta serlo una cristalina sombra/

viva

Circular, como una cara de hechizo

de sello postal.


El árbol como otra extremidad

de nuestro abrazo

se escondía en nosotros,

en nuestro amor de caleidoscopio

en nuestra franela de sangre

que calienta

Bajo su hechizo de aire

el árbol vaga con nosotros.




Porque el amor, con nuestras hojas dentro del

árbol y fuera de él

vaga

hasta posarse en la mirada...

 

Me ha gustado mucho la mirada panteísta que entrelaza seres vivos y ambiente. Un placer, saludos

 

Muy amable José. Saludos cordiales.

 

Cómo puede trasmitir tanta libertad algo que vive anclado a la tierra. ¿ Será el verde ?

 

Es el verde, claro. Saludos cordiales