Así, a veces, mi palabra es.

Ajada me sorprendes plañidera
igual que Magdalena en el Calvario,
vencida te entristece el calendario
(el arma que te mata y desespera).

Dejada del Amor te marchas fuera
ajena a lo que adentro es necesario,
te niegas a subir al escenario
y allí clamar tu verso verdadera.

Ajada la palabra es cobardía,
llorando vive oculta en los rincones
a salvo de la claridad del día...

A oscuras la palabra y sus razones
no saben expresar la algarabía
que ofrece todo un mundo de emociones.

 

Maravilloso poema, Maktú, pleno de sensibilidad y ritmo. Gracias por este regalo. Te dejo estrellas y un fuerte abrazo.

 

Me encantó leerte otra vez. Buen soneto.

Mi enhorabuena.

Reyes
​

 

Muchísimas gracias Dulcinista por tus palabras y tu afecto. Esteban.

 

Muchas gracias, Reyes. Agradecido. Esteban.