Aún no puedo dejarte ir

Los sueños y las fotografías me muestran tu rostro,
parte de lo que extraño de ti,
no así, tu voz ni tu mirar.

Escucho las canciones que te gustaban,
incluidas las que yo odiaba,
me teletransportan a todas las etapas de tu vida.
Donde tenías la edad que tengo ahora.

¿Por qué no te valoré?...

Cualquier detalle que pueda tener de ti,
necesito mantenerlo aquí.
No pasa un día sin que te recuerde.
La vida me absorbe, y a veces el cansancio
no me deja tiempo para llorar,
pero sí meditar.
Donde imagino una vida contigo,
cuando pude haber sido una mejor compañía,
más que necesitar de tus cuidados y cariños,
que perduraron siempre.

Ahora te necesito y te extraño más que nunca.
Imagino haberte salvado,
imagino no haber nacido.
Tú estarías viva aún.
Habrías elegido diferente sin nosotras,
hubieras hecho lo que realmente querías hacer
y el cáncer no te hubiera llevado de nuestras vidas,
dejando este vacío inmenso y abrupto,
con culpas y perdones no cumplidos.
Hubieses partido mucho más tarde y
con una vida plena.

¡Qué daría por soñar contigo esta noche!,
para impregnarme de ti, de tu recuerdo y
mañana levantarme, seguir despertando, respirando, etc.

Me quedan tantos años sin ti.
Lo pienso y me deprimo aún más.
Realmente te extraño y esto es muy difícil.

Buenas noches, mamita.

Tu hija menor.

 

Cuan doloroso es perder al ser amado, el corazón se queda con un inmenso vacío que no se llena con nada...su poema logra que mi corazón se ponga triste y vuelva a ese momento ya vivido...le envió un abrazo de esos que logran sanar un poco el alma. saludos!!

 

te siento