aun sin titulo

Se abrió la puerta con un rechinar poco usual y de la penumbra un hombre alto, delgado, vestido con un traje de paño oscuro, camisa clara color azul, corbata negra y zapatos oscuros de alguna marca costosa. Aquel hombre se veía cansado, agotado... tuvo un día poco usual, de esos en los que tu jefe te grita, el trabajo es a normalmente más pesado, en el que discutes con tu pareja, le gritas, le dices barbaridades que no son ciertas, uno de esos días en los que se juntan todas tus dudas olvidadas, los sentimientos escondidos, la ira contenida... aquel tipo hoy esta in usualmente triste..., había discutido con su madre, y en alguna época se había ido de su casa entre peleas, gritos, alaridos y alguna que otra pieza de la vajilla rota. A raíz de eso hacía mucho no hablaba con su papa, su mama había entrado en un estado de depresión crónico que había terminado por afectar su salud mental. ese día, ese preciso día había discutido con su mama, había acabado por gritarle, por insultarla y por hacerla llorar..., se sentía fatal...

El recinto en el que se encontraba era oscuro, bien podría hallarse en su despacho o en la sala de estar. Se dirijo al estante de vidrio que se hallaba en el extremo del cuarto, tomo una copa de vidrio, saco una botella de Whisky escocés Windsor Premier, se sirvió, dirijo sus pasos hacia un sillón que se encontraba en el centro, recostó su cabeza en el sillón, metió su mano en el bolsillo de su saco, tomo un puro, lo encendió y le dio una calada. Su vida actualmente no se veía tan mal, había ganado buen dinero durante el tiempo fuera de casa, tenía un gran apartamento en un costoso aparta-hotel del centro de la ciudad, había adquirido una finca raíz para pasar las vacaciones de verano, tenía un buen puesto en una empresa multinacional muy prestigiosa, no tenía muchos amigos, no tenia novia, esposa o hijos, ¿quién los necesita? se decía a si mismo mientras tomaba un sorbo de su vaso, su fortuna la compartía solo, su padre lo había echado de la casa hace unos 8 o 9 años, ese estúpido viejo no hacía sino gritarle todas las noches, llegaba borracho a pegarle a su madre... y pensar que ahora estaba muerto... se estrello con otro coche por salir a buscar donde se había metido su estúpido hijo, le quería pedir perdón. El solo se había enterado años más tarde, cuando le llego una carta del hospital en el que se encontraba su madre, y al verla a ella y preguntar por qué su padre no estaba, ella le había contado todo. Desde entonces su madre vivía sola y se sostenía con la suma de dinero que el consignaba en una cuenta de algún banco. Le dio otra calada a su puro mientras sus recuerdos lo acosaban y le desangraban el alma. Había dejado el vaso en la mesita del centro y ahora sostenía un objeto de dimensiones más grandes, un objeto mas solido, más pesado, lo miraba con cierta decisión y melancolía, recordaba cómo se sentía usar uno de esos antes, el éxtasis, la adrenalina del impacto, ¿que se sentiría ser la victima?.

Afuera llovía fuertemente, los truenos caían sobre la tierra como queriendo romperla en dos, un fuerte impacto rompió con el ensordecedor sonido de miles de gotas de agua impactando el suelo con violencia. El recinto se tiño de rojo, la alfombra tersa color beige, tuvo un nuevo tono color carmesí. Un hombre se hallaba durmiendo en el sillón, o ¿acaso había muerto?, sostenía un revolver en su mano. Ahora el seguro de vida por más de mil millones de dólares podría ser cobrado por su madre, su herencia también seria de ella, y esperaba que el pequeño cheque con algunos de sus millones llegara bien al orfanato. Un imbécil mas acababa de morir, me decía a mi mismo mientras contemplaba mi cuerpo inerte durmiendo en el sillón de esa oscura habitación...