Bendecido y maldecido tormento

Mi corazón enardecido se sulfura!
Te aclama como la búsqueda insaciable
De los árabes y los persas a su piedra filosofal.
Tú eres la mía, la imperfecta pero la que quiero yo.

Te extraño y te siento como los versos suscitados de Cleopatra
A Marco Antonio, un amor enfermizo y desorbitante,
porque no tiene orden y se valora en su ausencia.

No busco convencerte, no es ese mi objetivo.
Jamás he perdido la cordura, sabias?
Y siento que la estoy perdiendo porque
Cada día esbozo un inmanente deseo
De conservarte sin conservarte.

No quiero tenerte, pero tampoco quiero perderte.
No me leas más si es que no quieres.
Pero quiero verte de Nuevo! ¡Ocasionalmente!

Recordar nuestro pasado en algunos minutos
Y volver a la realidad sin remordimientos,
Mantener un viejo sentir sin ser cotidianos
Sin un reprochar y un atar.

Caminar , detenerse un momento y proseguir sin mirar atrás.
Porque también tengo otro sendero y quien me abraza en un sentir delirante.
Aunque mis sueños y deseos te están llamando.
Aún te quiero.
Insignia palpable de mi pasado,
Eres mi maldito y bendecido tormento.

 

Hermosas lineas,es un placer leerte

 

Bell poema. Ha sido grato leerte. Feliciades.