Cadáver exquisito

Para Brian Jones
(mi canto rodado favorito)


La noche trae consigo olas de espanto
y un nombre que no quiero recordar,
unos ojos no esperados
ocultos tras el llanto navegable de los faros,
un beso en los labios del abandono,
como íntima resaca,
un efímero encuentro carnal
entre el crepúsculo de la traición
y la larga mano del destino.
Después solo queda el silencio
del mundo entre las horas,
cuando el tiempo regresa de exhumar estrellas
y la noche sube al tren
en la primera curva del amanecer.
Yo soy el hombre que vive al doblar la esquina,
que viene del otro lado del recuerdo,
caminando bajo la lluvia que presagia
la tempestad de los naufragios,
con la agonía que engendra
su nicho entre las piedras, dando forma,
en su errante deambular, a un cadáver exquisito
que se inventa a la medida exacta de su necesidad.

 

Muy buenas letras Govendo. Un placer leerte. Un abrazo con la pluma del alma

 

Qué puedo decir, sólo que leerte es un agrado para el alma.
Que lindo re encontrarme con tus letras! he sido una mala amiga y lectora, pero a veces la vida solo pasa y nos deja así, cortos de tiempo.

Es , en ocasiones, apabullante el silencio, el estar con uno mismo sumido en los recuerdos, en el eco de lo pasos ya dados.
Un abrazo amigo.

 

Muchas gracias, José, por leerme y dejarme tu apreciado comentario.
Un abrazo.

 

Muchas gracias, amiga Gia, por pasarte y dejarme tus generosas impresiones. No te preocupes, yo también tengo el tiempo un poco revuelto y escaso. Es la vida.

Un afectuoso abrazo.