Caminito a la Caleta de San Juan

Por el viejo sendero, yo te vi marchar,
en la bruma ligera del albor temprano,
tus pasos resonaban, cual dulce cantar,
en mi pecho, latido de un sueño arcano.

Tus ojos reflejaban la mar en calma,
y tu risa, susurro de olas quebradas,
despertaba en mi alma una ardiente llama,
y en mi ser, mil memorias ya sepultadas.

Oh, camino a la Caleta, tiempo y amor,
tus huellas en la arena, ya casi borradas,
me traen de vuelta el eco de aquel fervor,
que dejó nuestras almas entrelazadas.

Hoy, en la soledad, tu rostro evoco,
en cada rincón, en cada sombra hallada,
y aunque el tiempo ha pasado, te busco y toco,
en los rincones de mi mente olvidada.

Ah, remordimiento que en mí se anida,
por dejarte partir sin decir adiós,
en mi juventud, pasión tan perdida,
dejando un hueco, un silencioso adiós.

En la Caleta, las olas cuentan,
historias de un amor que nunca murió,
y aunque el destino nuestros lazos quebranta,
en cada ola tu nombre se escribió.

Caminito a la Caleta, testigo fiel,
de un amor que en el tiempo se quedó,
con anhelo y nostalgia, vuelvo a él,
a revivir aquello que se desvaneció.

Así, en mi juventud, tu amor fue estrella,
brillando en la noche de mi desvelo,
y aunque la vida nos dio su centella,
tus recuerdos, mi eterno consuelo.