Campesina de Chile

Campesina
de carnes tostadas,
como el pan moreno que se da en mi tierra.


Campesina
de dientes de luna,
talle de lirio y pelo de viento.
Campesina
de labios de guinda
y manos rudas como el leño.



Campesina,
adoro tu pelo perfumado a heno,
tus carnes tostadas y dedos de mieses,
y tu cuerpo,
que huele a madreselvas silvestres,
tus labios de miel y copihue,
y tus manos que alternan
arados,
viñedos,
humedad de hierbas y sabor de tierra.



Te adoro,
campesina buena,
porque eres silvestre como los quillayes
que en los bosques crecen,
porque eres lozana como los boldales y los naranjales.


Tu no sabes nada del odio y la intriga,
que en la ciudad grande se oculta en la esquina.
Tu no sabes nada de bajas pasiones,
que el alma envilecen.
No obstante,
tus ojos negros como abismos,
me hablan de penas que apenas comprenden.


Te quiero,
campesina buena,
porque tu cuerpo,
del frio conoce la aguja punzante,
conoce la escarcha de mayo y los fuegos de estio.


Por eso te quiero,
campesina de la tierra mia,
porque eres vernacula,
porque eres pureza
y porque tu cuerpo
exhala aroma de tierra.




DISCULPEN LA FALTA DE ACENTOS, ESTE TECLADO NO ME PERMITE PONERLOS.

 

Te quedó muy muy lindo el poema, bastante fluido y lleno de amor...
Saludos

 

Te felicito Seba, muy bueno el poema. Bellas metaforas y muy bien logrado. Saludos