Caótica quietud

Caótica quietud


Un tropel de colores hablaba incoherencias
los labios salados permanecían anodinos.

Burbujeaban pensamientos antiguos
en las puntas de su revuelto cabello.

Confundidos los vitrales de la iglesia
flotaban como en su bautismo.

Se acercó la nebulosa del águila
con vuelo lento hasta sus pestañas.

Se posó suave plegando sus alas
mientras observaba su universo...

granos de arena en caótica quietud
gritos de auxilio en total silencio.

Una pequeña flama en su retina
conservaba una brasa bajo la luna,

y un hálito sedoso y azul
parecía cimbrear esperanzado.

Entre los pilares aún robustos
asoman dos brazos conocidos.

Los colores se hacen difusos
bajo la lluvia de sus ojos.

Un cálido aroma la envuelve
y su cabeza parece flotar.

Ella solo se deja abrazar
sonríe volviendo al nido.

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Muchas gracias por la lectura y el comentario querido amigo. Me alegra que te guste querido amigo Alde.
Un gran abrazo.

 

Muchas gracias Maramin por la lectura y el me gusta. Abrazos.

 

Muchas gracias por la lectura y dejarme saber que te gusta el poema querida Bristy. Abrazos.

 

Me agrada el oxímoron del título.
Es verdad que hay quietudes llenas de caos y es en esos momentos en los cuales el amor en cualquiera de sus formas se convierte en esa vuelta al verdadero remanso espiritual. Al centro, al bien.
Siempre es un gusto leerte en este género.
Un gran abrazo con admiración y muy feliz semana.

 

Excelente poema de esa mujer esperando ese abrazo que la calme, muy amena lectura querida amiga Laly. Un abrazo, felices días!

 

En la distancia, o en la superficie muchas veces las aguas parecen calmas y no lo están. Lo mismo sucede en la vida de las personas, vemos sólo su exterior, lo que pueden o quieren mostrar.
Muchas gracias por la lectura y comentario.
Me alegra que te guste Cecy, es un placer encontrarte entre mis letras.
Un gran abrazo.

 

Muchas gracias amigo Tribu por leerme y comentar.
Me alegra que te agrade el poema.
Un gran abrazo.