Caparazón

Una capa de rumores ha prostituido mi identidad,
las ondas del estanque llegan destrozando la calma,
construida en un nido de indiferencia.
Y el vuelo del pájaro fue interrumpido por fogonazos de envidia.
Que aletearon desatornilladas estanterías donde los tomos,
de un cossío de pueblerinos inanimados,
venció hacia el vacío crápula y sátiro del aislamiento.
La parca llamó a la puerta del círculo vicioso y lo deshizo.
Y la odisea del cuerpo y de la mente descubrió dureza de corazón.
Ahora vuelo entre poemas fuera de época de veda y he reservado
los versos más agudos a los sorbedores de tuétano micro sociales,
que infectan la poesía haya salido o no de su caparazón.



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