Carpe diem

Es el camino
de ese caminante
de los caminos imperfectos.

Sale de noche
se acuesta de día,
y no es la luna
que ves
desde tú ventana.

Ya los minutos
no significan nada,
porque vive el segundo a segundo.

Se acuesta con el sol.
Hola, buenas noches,
le dice
desde la cama
que le arropa
hasta que la luna sale
por donde se esconde el sol.

Continua su andar
entre barras de bares
que cierran,
mientras que otros abren.

Habla con la gente
que conoce
y con la que desconoce.

Llega a si
a su día fatal.
El cual le despierta por el día
y le acuesta por la noche.

Aunque más lo intente
el círculo vicioso
de una supervivencia
en la sociedad
que le rodea
y le habla,
le lleva a ser uno más
entre las calles, metro, paseos.

Pasó,
uno
dos
tres
meses sin beber.

Ya tiene bastante
con el estrés.

Otra vez,
el despertador
suena a las seis.

Llega a viejo,
y el retiro
le lleva al sofá
donde la tele
habla que habla.

Mira las fotos,
juventud divino tesoro dicen,
juventud perdida mira él.

Pero así son las cosas,
así es la vida,
tú eliges,
yo elijo.

Pero el entorno
come y devora
por apariencias y éticas.

Sal,
descubre el segundo
y miente a ese minuto
que no se vuelva hora.

Salta
grita
sonríe,
carpe diem.