Casi un mes

Déjenme agonizando en la cama
sin ninguna voluntad de nada.
La abulia y el quebranto
son ahora mis fantasmas internos.
Ellos me atormentan en momentos
solitarios especialmente.

Mañana, me veo a la misma hora,
retorciéndome de tristeza,
con sollozos silenciosos,
dependiendo del entorno,
junto con algunas lágrimas sueltas
durante acciones cotidianas.

Después de casi un mes,
intercalando sollozos, gritos y plañimientos.
Últimamente se están quedando
los seudos sollozos con gimoteos.
Pero hay algo que siempre gatilla
una desconsolada plañidera.

Y me veré mañana,
a la misma hora con los dolores frescos
y auto compadeciéndome por tu ida.
Por tu arrebato de este plano sin sentido para mí y
muy coherente para los demás.

Ellos no saben que tuve el poder
de alguna evasión de tus dolencias.
El amor que te faltó podría haberlo sustituido
por el amor de hija, el único que te llenaba.
Aquel amor y cercanía que te hizo
renunciar a tu único chance de felicidad.

Nos vemos mañana, mamita.
Te lloro a la misma hora de la tarde.
Con mi alma sangrante por tu partida.