Cementerio de poetas

La nieve cubrió el valle sobre el que descansan las tumbas
y los cipreses por la noche son tan oscuros
que ni siquiera la luna los mira.

¿A dónde vamos los poetas muertos?
¿Quién nos llorará cuando ya no estemos?

Un perro tuerto me mira y jadea,
robándome el alma con su ojo de lechuza,
me mira y jadea el perro tuerto.

¿Quién recordará nuestros poemas vacíos?
¿A dónde vamos los poetas muertos?

Ustedes que quisieron trascender en vida para
alzar la voz al cielo con sus poemas remilgados,
murieron carentes de la más mínima decencia literaria.

¿A dónde vamos los poetas muertos?
¿Quién nos robo el último verso?

Sus poemas son un cuarto de libra de carne barata,
la evacuación líquida de un culo enfermo,
el exabrupto de un loco que anda suelto.

¿Quién quisimos aparentar ser en vida?
¿A dónde vamos los poetas muertos?

 

Pues supongo que nos vamos a donde todo el mundo. Me ha encantado tu poema por ser un poco incorrecto, eso está muy bien. Un abrazo

 

Estimada Minona, en la incorrección busco mi zona de confort. Gracias por leerme y por tomarse la molestia de dejar su nota.

 

Quizás al cielo de los poetas, donde las botellas de vino, las servilletas del olvido y el sexo fácil de las tabernas, sean el paraíso de nuestras letras. Magnífico poema. Felicitaciones Romeo por su excelente poesía, saludos Daniel