Cien poemas para el alma XIV

Quédate ...

Quédate donde una mirada
esté llena de hechizo,
donde te sientas desnuda
y te demuestren compromiso.

Quédate donde sujeten tu mano
con lealtad y firmeza,
donde tus miedos sean vanos
y seas amada con sutileza.

Quédate donde la paciencia exista
y sea un tratado mutuo,
donde la libertad conquista
y la comprensión sea en dúo.

Quédate donde los sueños vuelan
y el soñar se vuelva infinito,
donde el alimentarlos no duela
y vivirlos sea un regalo bendito.

Quédate donde las caricias queman
y el fuego no pueda extinguirse,
donde la pasión al pecado no tema
y entre llamas quiera rendirse.

Quédate en la piel que te abriga
y donde los gemidos son cantos,
donde la oscuridad es leal amiga
y vuelve al demonio en tu santo.

Quédate donde te sientas desnuda
y no sientas miedo a existir,
donde te oigas incluso muda
y no te tengas que mentir.

Quédate donde el amor se sienta
y con sus actos sea genuino,
quédate con quien te alimenta
y llena tu copa de celestial vino.

Quédate donde la injusticia es nula
y las batallas se resuelven con besos,
quédate donde la dicha se acumula
y el amor es interpretado con versos.




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