Coloreado

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Una moneda brillante
bajo el sol, sobre la arena,
redonda, lisa y gigante,
igual que la luna llena,
una moneda de níquel
en el jardín de la abuela.


Trazó un círculo mi lápiz
con su disco, coloreado
de rojo, sobre la tapia
del salón recién pintado,
y en el piso reluciente
su redondel de morado.


En la puerta, con dos ojos,
una cara de payaso,
y en las sandalias de raso
de mamita, con antojo,
dos flores con sus abrojos
para adornarle sus pasos.


Con mis deditos sudados
la moneda resbalosa,
de mi mano, tan hermosa,
rodó en el suelo manchado.
La culpable, fue a posarse
en mi pecho acalorado.


Y cansada, me dio sueño,
sin castigo… sin pecado.

 

Sólo le falta música para hacer una canción para niños. Excelente composición. Saludos cordiales.

 

Gracias, Joblan. Aprecio el comentario y te pido paciencia para devolverlo, estoy algo torpe para navegar por el sitio. Bendiciones.

 

Muy lindo tu poema Susana. Inspira mucha ternura. Un placer leerte.