¡Con él, justo con él!

¡Con él, justo con él,
habiendo tantos hombres!
Lo de él se llama ser infiel
lo tuyo no tiene nombre.

Me llamabas amiga
cuando estabas encima
galopando como yegua
sobre ese gallina.

Que me vino de rodillas
a jurar que eran falsos
los videos y fotografías
que me habían enviado.

Lo de él no me duele
yo mañana lo olvido
aunque llore y me ruegue
hasta aquí fue conmigo.

Pero tú eras mi amiga
y me clavaste la puñalada
como a César: ¡Tú... Bruta!
Solo que con otra palabra.

No te voy a llamar perra
porque ellas cruzan en celo
mientras que tú lo hiciste
porque te gusta hacerlo.

No quise ver las señales
me quedé enceguecida
fueron dos animales
jugando a las cogidas.

Ah pero no, mi vida.
Yo les hago tres cruces.
Él un cabrón. Tú mala amiga,
que espero no se me crucen.

Y me sería fácil exponerte
pues se te olvidó tu marido
que el terror va a carcomerte
será en parte tu castigo.

Y pudiera dejarte sin pelos
como depilación brasileña
¿Pero qué gano si te pego?
Tú ni eso vales la pena.

Ni para llamarte prostituta
porque ni recibes un peso
aunque lo eres, no se discuta,
solo que un 0 es tu precio.

Y no te hagas la ofendida
ni quieras subirme el tonito
váyase con esa rata malparida,
¿o es que ya no le gusta solterito?

Ahora ese es su problema
sabrán ustedes qué harán
juntos ya son una jauría
con sello del Kennel Club.

Ya solté todo el veneno
que me quiso envenenar
al final esto fue bueno
pues me voy con dignidad.

Nadie en la vida muere mocho
y es mejor no vivir una mentira
dejar lo malo y quererse mucho
que el mundo todavía gira.​