Con las ventanas abiertas

Me levanto de la cama
con la pesadez de un mal sueño
Mis ojos, abrirse se niegan
ante los temores ciegos
de una realidad no esperada
de un fin o de un comienzo,
de lo que provea la mañana,
de aquello que ni pienso.
Me he acostumbrado a ser
lo que en verdad no soy,
a tener, lo que realidad no tengo,
a callar palabras por remordimientos,
a escuchar los gritos del silencio,
a esperar sin motivo manifiesto
y al final sufrir al deber apagar
el fuego que llevo dentro.
Camino sin rumbo fijo
sin ansiadas metas cercanas.
Voy mirando al techo, al cielo
en busca de una señal
y me acerco a la ventana
Al asomarme, la inmensidad
del panorama me incita,
la bastedad del horizonte
éste, se presta al nuevo sueño
y el aire que viene del norte
me sirve de consuelo
No quiero mirar atrás,
ni escuchar el eco del pasado,
prefiero mirar delante
y construir mi propio presente.
No importa si éste sea mejor
lo que sin dudas es importante
es librarme de ese ancla
aunque herramienta segura
no me permite navegar
ni encontrar ruta alguna
El mar ahora me invita
el cielo se me asoma
la tierra me da la calma
y viendo desde mi ventana
sé que hoy, ya, es mañana

Samuel Akinín Levy
www.samuelakinin.ning.com

 

Bello poema sin duda, grato leerle