Condenado a cadena perpetúa

No podré alejarme de ti así lo quiera,
Estas clavada como un puñal en el centro de mi corazón,
No me dejas respirar…
La sangre cae a cada segundo que pienso en ti,
Se derrama,
Y se desvanece como algo interminable.
Como una fuente de agua que sale de la tierra
Y regresa a ella.

No muero,
El dolor se mantiene,
No entro en shock, estoy despierto…
Veo el charco de lo que soy,
Y siento ganas de vomitar,
Todas las estupideces que cometí.
Que salgan de una vez,
Que me dejen vivir,
¿No hay anestesia en este lugar?
¿En dónde me encuentro?
No puedo odiarte por que me odio a mi mismo,
No puedo olvidarte,
Porque seria quemar la herida,
Con un carbón encendido,
Que marcara mi alma
Y no me condenara a la muerte
La condena será vagar por el mundo,
Buscando en otra parte
Lo que tuve contigo,
Queriendo robar tú aliento en otros labios,
Queriendo buscar tu mirada en otros ojos,
Queriendo sentir tu alma en otro cuerpo,
Y levantarme en la mañana
Diciendo tú nombre,
Recordando tú aliento,
Sintiendo tu locura en mí pecho,
Me levantare vacio inerte…
Y caminare a la puerta…
Y esperare otros labios…
Otros ojos…
Otro cuerpo…
Que Me traiga algún día de nuevo tu recuerdo…

Mi castigo,
Impuesto por un verdugo sin alma,
Será vagar por siempre y buscarte
Sabiendo que nunca más voy a encontrarte.
Caminare errante, y sin horizonte
Queriendo ir a todas partes,
No encontrare un lugar tranquilo
Que me llene de calma,
Y esperare entre las sombras
A que todo pase.

Esperare mi sentencia con paciencia
Y no olvidare el amor que te tengo
Por que ha sido el más puro y sincero…

En mi pecho queda una herida
Que me atravesó por completo…
Mató mi alma pero no mi cuerpo.

Mi condena será el dolor eterno,
Y ahora escribo para que sepas
Que nunca me he ido solo estoy muriendo.

Muero solo y triste,
Como me encontraste,
Vacio así alguien algún día me acompañe.

Agonizo sin consuelo.
No tengo a donde ir ya es tarde.

Hace frío y no estas para calentarme,
He labrado mi propio destino
Y no tengo por que odiarte.
No te pido que regreses ni que me ames
Solo que esperes a que sane
No puedo, ni quiero dormir,
Te esperare,
No tardes…
Si sueño podrías llegar y abandonarme.

O estoy durmiendo,
Y ya te has ido sin avisarme,
¿Dónde estoy?
¡Alguien quiere explicarme!
En que momento perdí mi vida,
El aliento, el alma y el aire
En que momento dejé que mi egoísmo
Mis miedos y mis males,
Te alejara de mi lado,
En que momento me encerré en este oscuro cuarto
Y no vi la luz que me llamaba,
Que me decía…
Se está haciendo tarde,
Tarde para retenerte,
Tarde para reconquistarte,
Tarde para ser feliz…
¡Si!
Es demasiado tarde...
Es tarde,
Ya no estas aquí,
​

​

 

La condena de vivir un tiempo en el recuerdo de aquello que nos hizo felices y una vez se nos va, recordar todo aquello que hicimos mal.
Es como si nuestro corazón viviera en una prisión y pensaramos que nunca podrá salir. Buscar con ánsia esa mirada que una vez descubrimos en otras personas creyendo así que nos sentiremos mejor, ¿pero sabes?, las miradas de cada personas son únicas y especiales.


Un beso.
Ballenito.

 

Erick en tus manos tienes el arma para cautivar los corazones de quienes te leen, el amor es algo incomprensible que solo el tiempo cura, por ello el rodearse de los seres querido es la mejor ayuda para el alma..
un abrazo y me encato tu escrito.
ciel