Confusa como la noche oscura

Confusa como la noche oscura,

merodeaba la silueta gris: ella y,

sus largas piernas, ajustada la falda

por entre sombras, apresurada


Vadeando el aguazal, lluvia pasajera,

la solitaria esquina; sola y altiva,

taconeaba con prisa, mientras,

su cuerpo, las sombras lamian


En las ventanas el reflejo, luz velada

en el fanal de la esquina, sombras

derramadas sobre la húmeda acera,

con decidido paso, ella, se acerca


Vuela su sombra confusa, desliza

un reflejo sobre acuoso espejo,

alarga y encoge, duplica y extiende,

el eco desciende y, se detiene


Un cigarrillo en los labios, y el humo

asciende en vertical remolino,

los perfumes y aromas resuelven

destino; del callejón, ella desaparece


¡Y.… no adivino, su camino!

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Un cigarrillo en los labios, y el humo

asciende en vertical remolino,

los perfumes y aromas resuelven

destino; del callejón, ella desaparece


¡Y.… no adivino, su camino!

Precioso cierre de poema. Un abrazo amigo poeta