Consciencia unificada

Sabiduría iridiscente,

anacaradas ventanas del alma,

de un interior,
más extraño, y más añejo,

costumbres frías,
que serán horizonte de certezas,

caminan las fuerzas de la tierra,
siempre remando a contracorriente,

como si la vida quisiera detener a este orbe,

clamorosa rectitud que nos eclipsa,

endurecida voluntad,
cae como lluvia mágica,
desde un cielo que no ha muerto del todo,

estrellas que no avistamos,
quizás sean también vida,

y se encuentren buscándonos,

encontrándonos
en cada mota de su cuerpo celeste,

porque somos en último final,

consciencia unificada.

 

El poema nos sumerge en un mundo donde la sabiduría y la conciencia se revelan como fuerzas vivas, iridiscentes y llenas de misterio. El interior humano, extraño y antiguo, se refleja en costumbres y certezas que parecen rígidas, pero que acompañan el fluir del universo. La vida, a veces en contra de nuestras expectativas, impulsa la existencia a través de corrientes que retan nuestra comprensión, mientras la voluntad y la rectitud se manifiestan como lluvia mágica que cae sobre un cielo todavía vivo. Las estrellas, símbolos de otras formas de vida y de conexiones invisibles, nos buscan y nos encuentran, recordándonos que, al final, nuestra esencia está tejida en la unidad de la conciencia universal.

Saludos Cordiales